La laparoscopia consiste en la introducción de un sistema óptico a través de pequeñas incisiones realizadas en la pared abdominal.
Permite la visualización directa de la cavidad abdominal y el aparato genital interno.
Necesita anestesia general e ingreso hospitalario de 1 o 2 días dependiendo de la complejidad de la patología a tratar.
Suelen ser necesarias 3 o 4 incisiones de 5 y 12 mm para introducir la óptica, tijeras y pinzas quirúrgicas y sistemas de coagulación y sellado vascular.